PUEDO....


Llevo una semana proponiéndome la posibilidad de cambio, manteniendo en mi una actitud de fe, de confianza en que realmente como otras veces he dicho, Dios sabe lo que hace... y todo lo hace bueno.


He estado unos meses de adaptación algo difíciles, perdida entre mil pensamientos, entre novedades y circunstancias adversas que han ido surgiendo sin parar... lo que provocaba en mi una desazón y un desconsuelo considerable....


Finalmente en la desesperación de una oración, salí de la capilla llena de lágrimas, no quería que mis hermanas descubrieran de mi impotencia, de mi fragilidad... huí de ese momento comunitario y me refugié en el oratorio de las jóvenes, donde descubría la imagen de Jesús que me conquistó... entoncés fije los ojos en él y le hablé de viva voz, le conté lo que me pasaba, la impotencia que vivía, la fragilidad que en mi sentía, la soledad que me invadía, lo perdida que estaba y con ello las ilusiones, los deseos que tenía, las intenciones, las posibilidades y me fuí dando cuenta de que cambiaba la moneda... que comprendía que Dios no pide nada que no pueda hacer, que era mi inseguridad lo que estaba provocadno esta situación dramática... que tenía que ser capaz de dar la vuelta a la tortilla, al calcetín... que yo había sido engendrada, para la felicidad... y para ser instrumento de felicidad para otros... que Dios me había hecho capaz, que ya habían pasado las vacas flacas, que tenía que ser capaz de luchar y no quedarme sin más en el conformismo pesimista, junto al mal espíritu que habitaba en mi...


Poco a poco me fuí sintiendo consolada, deje de llorar, encontré paz, me serené y volví junto a mi comunidad, para reservar al Señor, y cantarle con todo el corazón... "Todo contigo, nada sin ti"


y en ello ando, creyendo en ti Señor, en mi, en vosotros... dando una oportunidad a la vida, a mi vida... porque puedo... Dios me hace poder...