CONFUNDIDA... Y MAL PENSADA

Hoy he cometido varios errores... mis pensamientos se han ido por donde no debía... primero porque he comenzado a perder el norte, a pensar que no valgo nada, que ya han venido a sustituir lo que sustituía, que ya no soy tan necesaria ni importante... y segundo he hablado demasiado, he contado cosas que no debía o he hablado de problemas, de dudas, de cuestiones en donde no solo intervengo yo, sino que interviene alguna hermana mia... dejándome tal vez mal su modo de actuar... y en vez de bendecir... maldecir... por no comprender que a veces la edad...

Disculpame Señor... intenté evitarlo, pero caí, caí por curiosidad, por querer saber si siempre ha sido así, por tener información para fundamentar lo que veo, lo que percibo, lo que a veces me quita la paz y me cuestiona.

Y me siento mal, he traicionado la caridad... y a la vez mi autoestima... sigo pensando que nada vale la pena, que los pasos que damos no son con conciencia, que las ilusiones son muchas y las esperanzas pocas... pienso que nada vale para nada... y estoy perdida...

Hoy no encontré mi sitio, sentí como las hermanas intentaban acogerme, pero sentía el intento, el esfuerzo... sentí que no era necesaria, sentí que sobrara en algún momento, sentí que sigo siendo yo, "una mierdecilla",  "un tapagujeros", sentí mi necedad, mi incultura, mis miedos, sentí que todo era igual... y que debía conformarme con lo que tengo, con lo que soy, con lo que vuelvo a ser... con el lugar que al fin y al cabo tengo...

Me dijeron cosas sobre mi próxima profesión perpetua, si me toca, sino me toca, si mejor no, si mejor sí, perdí la paz nuevamente, porque siempre me descuentan años, me descuentan vida... sentí que tanto tiempo ha pasado, que como hacerlo inapreciable, que como borrar el dolor y el sufrimiento de estos años, los cambios, las cruces, las experiencias... sentí que nuevamente todo era igual... volvía todo a ser igual... y me desilusione!!!

Jesús día que hay que saber ser segundón, porque hay muchos líderes... como Pedro, pero pocos segundones, como Andrés, Esteban, Tomás, incluso Juan... yo no sé que quiero ser, pero acabo con el alma dolida, con el cuerpo cansado, con la autoestima por los suelos... y con pocas ganas de nada... sin ganas de luchar, ni decir...

Todo fue un bonito sueño!